Mi no vida

Tus manos fueron palabras sobre mi cuerpo: me contaban historias de viejos rencores y ancestros conservadores y de olor a rabia y animosidad, pero yo solo escuchaba flautas dulces de Hameln, porque mi piel había sido esculpida durante milenios para ser muro de tan atroces pinturas negras. No hubo arte en tu cuidado ni belleza en tus mañas, solo ruindad y ecos de antiguos tambores sexuales de guerra. No hubo originalidad, ni creatividad, solo un recitado memorístico de versos infectos con rima asonante en la ignominia.
Construiste esa prisión de barrotes personalizados e invisibles en la que procuraste retenerme por el solo disfrute de mi sumisión y engorde de tu perverso narcisismo, fabricaste una tortura psicológica que durante quince años me conservó custodiada por tus delirios; pero yo logré huir porque no estoy sola: soy feminista. El feminismo, como a tantas, me salvó la vida.
Cada una de las cicatrices aún supurantes de tus vómitos de odio es un grito de liberación que ni tú ni nadie podrá callar nunca más. De todas las secuelas de tus destrucciones nacerán armas invencibles contra la férrea estructura que te facilitó el trabajo. Tus laceraciones invisibles no serán estériles, pero sus frutos no son los que sembraste y eso es lo que más temes y lo más inquietante de la ecuación que forman tus conductas. Aunque me cueste la vida expulsarte de mi cuerpo, ten por seguro que lo haré y el barbecho hará un campo apropiado para el placer infinito del alto vuelo libre.
Seguirás dañando y tratando de destrozar vidas, pero el hormiguero feminista que no cesa recuperará la sal de cada una de esas víctimas para hacer tu labor demoledora cada vez menos productiva en su intención. Y de cada mujer destrozada por otros oportunistas como tú surgirán cien mil guerreras que formarán un ejército para poner fin a esta ancestral masacre patriarcal.
Y tú morirás solo, por muchas esclavas que hayas logrado encadenar en el camino, por mucho que en ese momento hayas logrado mantener a la última. Siempre estarás solo y siempre has estado solo.

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